12:15 de la noche. Ningún alma camina por la calle. Bajo la luz tenue de un foco en la esquina se aprecia la silueta de un niñito. Su caminar cansino y su cabeza gacha me llaman la atención. ¿Qué hace un niñito chico en una noche como ésta caminando solo? ¿Dónde están sus padres que deberían estar junto a él, en una noche como ésta?
A lo lejos se ven 2 adultos. "Supongo que serán los papás", pienso.
En efecto. Eran los padres del pequeño que lo estaban buscando. Gritaban al unísono "¡Esteban! ¡Esteban!". El pequeño apenas los escuchó tomó velocidad y salió corriendo hacia una plaza oscura, para que no lo encontraran. De puro curioso (y preocupado) lo seguí.
¿Por qué siempre esa casualidad de que cuando veo una historia ajena, la otra persona tiene la cara llena de lágrimas? No quería detenerme a pensar eso, sino la razon por la cual Esteban estaba llorando.
-¿Por qué lloras?- le pregunté.
-El viejito pascuero no existe...- me respondió.
¿Cuántos días han pasado desde aquel día en que nuestras mamás nos fueron a dejar al colegio y llorábamos porque íbamos a entrar? ¿Cuántas aventuras, cuántos secretos, cuántas risas, cuántos llantos, cuántas sonrisas, cuántas caras largas, cuántas pruebas, cuántas tareas, cuántas peleas, cuántas anotaciones y cuántos rojos?
No me detendré a contar todos los días que han pasado desde aquel día. Sólo me detendré a rememorar, justo ahora que queda sólo una semana para dejar todo atrás.
Un montón de vivencias corren por mi mente. Un montón de vivencias que me sirvieron para bien o para mal. Algunas me dejaron lecciones de vida y otras, simplemente, fueron desechadas porque no me servían para nada. Un montón de gente que he aprendido a valorar y otra gente que no me dejó ninguna enseñanza importante, pero que igual quedará en mis recuerdos, porque fueron parte de mi vida por 12 años. Personas que se van y personas que se quedan.
Ahora estamos aquí. A 7 días de dejar ese verdadero "recinto presidiario" en el que fui recluido en marzo del 96. Después de 12 años de condena, estamos a 7 días de recibir un cartoncito que certificará nuestra libertad condicional por unos pocos meses. Pero hay que tomar en cuenta eso: será la última vez que nosotros cerraremos las puertas de las favelas de 4º medio. Y esta vez será para siempre.
Ahora sólo disfrutar nuestros últimos días como curso, porque luego sólo seremos conocidos y, algunos, seremos amigos.
Siempre que te tengo a mi lado...Siempre que siento tu respiración en mi oído...Siempre que siento tus manos tocando mi cuerpo...Siempre que veo tus ojos mirando los míos...Me doy cuenta de todo lo que te amo...Y de todo lo que soy gracias a ti...Y de lo que podemos llegar a ser... Y de la mierda de persona que sería si no te tuviera...
Te amo
Te amo
Aquel 7 de octubre del 2006 no lo olvidaré jamás. El día en que por fin la persona a la cual había amado me dio el sí. Me dio la oportunidad de ser la persona que iba a poder meterse en su vida.
A decir verdad, nunca esperé que esto durara más allá de los 3 meses. Pero nos superamos. Hicimos que el amor prevaleciera por sobre todas las cosas. Y aquí estamos. Diciéndonos "Feliz aniversario" o "Feliz año, mi amor"...¿quién lo hubiera pensado? Ni siquiera el más optimista.
Tantas cosas han pasado en este año. Tantas sonrisas, tantas caras largas, tantas risas, tantos llantos, tantas discusiones, tantas conversaciones...y en todas el amor siempre la lleva. Siempre es el amor el elemento en común.
- Es obvio que usted se acuerda de aquel 7 de octubre cuando nerviosamente le pedí pololeo. Y un efusivo "SIIIIIIIIII" salió de las ventanitas del MSN.
- Y ese 31 de octubre...la primera vez que nos vimos, en aquella feria del disco, cuando yo apoyé mis manos sobre sus hombros y logré sentir su nerviosismo. Todo se selló en un cálido y tímido abrazo.
- El primer beso. Como siempre, algo tímido. No tan efusivos como ahora.
- Recuerdo que había veces que usted no me creía cuando yo le decía "Te amo", diciendo que era muy pronto como para que la amara...y era verdad...YA la amaba demasiado.
- Esos días en que sus papis por fin me conocieron y los mios la conocieron a usted.
- Nuestras primeras lágrimas. Lágrimas de miedo, pensando que esto podía acabar de un momento a otro.
- La primera vez que conocimos nuestros cuerpos.
- El día en que de verdad fuimos una pareja. Al mando de una casa, nosotros 2 solos y sin alguna persona que se dedicara a molestar.
- Cuando estuve hospitalizado y usted me fue a ver con su alegría característica, que me subió el ánimo y me motivó a seguir luchando pasara lo que pasara.
- Nuestra primera gran pelea (que prefiero no recordarla).
- Cuando usted estuvo hospitalizada y yo requetecontraesforzándome solo por usted, siendo capaz de llevarle hasta una rosa para subirle el ánimo (siendo que al otro día tenía prueba).
- Esos días de angustia, siempre que pensábamos que usted estaba embarazada y al final siempre estábamos equivocados (todavía sigo riéndome).
En fin...un montón de momentos por los cuales quiero seguir junto a usted. Sé que hemos vivido mucho, pero aún nos quedan un montón de cosas por seguir viviendo. Y es por esto que quiero que el amor siga entre nosotros.
Nadie daba un peso como para que duráramos un año...y les tapamos la boca. ¿Por qué no seguir tapando bocas y seguir con este amor por una eternidad?
Yo sé que usted me apoyará.
Te amo.
A decir verdad, nunca esperé que esto durara más allá de los 3 meses. Pero nos superamos. Hicimos que el amor prevaleciera por sobre todas las cosas. Y aquí estamos. Diciéndonos "Feliz aniversario" o "Feliz año, mi amor"...¿quién lo hubiera pensado? Ni siquiera el más optimista.
Tantas cosas han pasado en este año. Tantas sonrisas, tantas caras largas, tantas risas, tantos llantos, tantas discusiones, tantas conversaciones...y en todas el amor siempre la lleva. Siempre es el amor el elemento en común.
- Es obvio que usted se acuerda de aquel 7 de octubre cuando nerviosamente le pedí pololeo. Y un efusivo "SIIIIIIIIII" salió de las ventanitas del MSN.
- Y ese 31 de octubre...la primera vez que nos vimos, en aquella feria del disco, cuando yo apoyé mis manos sobre sus hombros y logré sentir su nerviosismo. Todo se selló en un cálido y tímido abrazo.
- El primer beso. Como siempre, algo tímido. No tan efusivos como ahora.
- Recuerdo que había veces que usted no me creía cuando yo le decía "Te amo", diciendo que era muy pronto como para que la amara...y era verdad...YA la amaba demasiado.
- Esos días en que sus papis por fin me conocieron y los mios la conocieron a usted.
- Nuestras primeras lágrimas. Lágrimas de miedo, pensando que esto podía acabar de un momento a otro.
- La primera vez que conocimos nuestros cuerpos.
- El día en que de verdad fuimos una pareja. Al mando de una casa, nosotros 2 solos y sin alguna persona que se dedicara a molestar.
- Cuando estuve hospitalizado y usted me fue a ver con su alegría característica, que me subió el ánimo y me motivó a seguir luchando pasara lo que pasara.
- Nuestra primera gran pelea (que prefiero no recordarla).
- Cuando usted estuvo hospitalizada y yo requetecontraesforzándome solo por usted, siendo capaz de llevarle hasta una rosa para subirle el ánimo (siendo que al otro día tenía prueba).
- Esos días de angustia, siempre que pensábamos que usted estaba embarazada y al final siempre estábamos equivocados (todavía sigo riéndome).
En fin...un montón de momentos por los cuales quiero seguir junto a usted. Sé que hemos vivido mucho, pero aún nos quedan un montón de cosas por seguir viviendo. Y es por esto que quiero que el amor siga entre nosotros.
Nadie daba un peso como para que duráramos un año...y les tapamos la boca. ¿Por qué no seguir tapando bocas y seguir con este amor por una eternidad?
Yo sé que usted me apoyará.
Te amo.
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